Microbiota, emociones y salud mental

Sentir mariposas en la panza cuando nos emocionamos no es casualidad. Literal, en el tracto gastrointestinal se aloja una extensa red de conexiones nerviosas conocida como sistema nervioso entérico que alberga entre 400 y 600 millones de neuronas (1). Así es como el intestino está estrechamente conectado de forma bidireccional con el sistema nervioso central.

¿Sabías que la microbiota puede modificar la química cerebral y, en consecuencia, nuestro comportamiento? (2)

No eres tú, es tu microbiota

Un reciente estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (3) sugiere que la microbiota intestinal juega un papel causal en la modulación del comportamiento y se asocia con el trastorno de ansiedad social.

Un dato: Más del 90 % de la serotonina, neurotransmisor conocido como “la hormona de la felicidad", se sintetiza en el intestino (4).

Depresión y alimentación

Si bien la depresión es multicausal, diversas investigaciones han demostrado cómo la alimentación aunado al estilo de vida pueden afectar el bienestar psicológico (5). El consumo excesivo de ultraprocesados, edulcorantes artificiales y bebidas azucaradas está relacionado con un mayor riesgo de depresión, ansiedad y deterioro cognitivo (6, 7).

Un dato: los probióticos, como Lactobacillus, Bifidobacterium, Pediococcus acidilactici CCFM6432 y Akkermansia muciniphila, han mostrado importantes efectos preventivos y terapéuticos sobre algunos trastornos mentales, como la ansiedad y la depresión (8).

10 consejos para mantener una buena conexión intestino cerebro

  1. Más vegetales, menos animales.

  2. Incluye alimentos fermentados como el yogur, kéfir, kimchi y tofu.

  3. Procura incluir especias como cúrcuma, ajo, chile y hierbas en general.

  4. Prefiere yogures con cepas de probióticos que hayan sido estudiadas como la Bifidobacterium Lactis CNCMI 2494.

  5. Aumenta el consumo de fibra (de 25 a 30 g/ día). 

  6. Evita el consumo de ultraprocesados.

  7. Duerme al menos 7 horas diariamente.

  8. Realiza actividades de relajación como el yoga o la meditación.

  9. Evita el consumo excesivo de alcohol.

  10. Aumenta el consumo de agua simple. 

Ojo. Si padeces molestias como hinchazón, distensión abdominal, calambres, indigestión gases y acidez frecuentemente, pueden ser señales de una conexión intestino cerebro poco saludable. 

Según el doctor Emeran Mayer, el intestino, el cerebro y los microbios hablan el mismo idioma, lo que les permite tener esta estrecha comunicación en ambas direcciones. Entender esta sorprendente relación puede conducir al desarrollo de nuevos tratamientos para distintas patologías incluida la salud metabólica, mental y las enfermedades gastrointestinales.

ESTE TEXTO LO ESCRIBÍ PARA MENÚ DE EL UNIVERSAL.