Bacterias, aliadas en la salud

¿Sabías que el tracto gastrointestinal alberga hasta 100 billones de microbios que realizan procesos vitales para la salud? Las alteraciones en el equilibrio de esta comunidad (llamada microbiota) se relacionan con la mayoría de las enfermedades. De ahí que estos microorganismos están siendo ampliamente estudiados y discutidos en el campo de la medicina y la salud pública. 

Un dato: Hay 10 veces más bacterias que células humanas. 

FUNCIONES DE LA MICROBIOTA INTESTINAL:

  1. Nos protege contra agentes infecciosos.

  2. Digiere la fibra y produce compuestos benéficos para el organismo. 

  3. Sintetiza vitaminas esenciales como la K y la B9 (folatos) y aminoácidos. 

  4. Puede influir en nuestro estado de ánimo y comportamiento. 

ENFERMEDADES RELACIONADAS CON UN MAL EQUILIBRIO DE NUESTRAS BACTERIAS: obesidad, hígado graso, cáncer, trastornos mentales, alergias, asma, artritis reumatoide, enfermedad intestinal.

¿CÓMO MANTENER EL EQUILIBRIO?

Si bien la dieta juega un importante papel, la industrialización y el estilo de vida pueden afectar a la microbiota intestinal. Un estilo de vida más sostenible está relacionado con una microbiota más diversa.

Sabías que… existe un trasplante de microbiota fecal. Este procedimiento ayuda a reemplazar algunas bacterias "malas" en el colon por bacterias "buenas". Esta bacterioterapia ha dado resultados esperanzadores en tratamientos como la obesidad y en el tratamiento de infecciones (colitis) que no responden a los antibióticos. 

DIETA VARIADA, MICROBIOTA SALUDABLE

El conjunto de bacterias que se aloja en nuestro organismo se alimenta de lo que comemos, por eso es importante: 

  1. Consumir más alimentos vegetales y menos animales. Los expertos recomiendan consumir semanalmente 30 alimentos de origen vegetal distintos.

  2. Incluir suficiente fibra a través de frutas, verduras, leguminosas (frijoles, habas, lentejas) y granos enteros (avena, amaranto, quinoa).

  3. Comer alimentos vegetales de distintos colores (crudos y cocidos).

  4. Incorporar fermentados con microorganismos vivos (probióticos) como: kéfir (o leche de búlgaros), yogurt,  kimchi tradicional y chucrut crudo. 

  5. Optar por lácteos fermentados que incluyan distintas cepas. 

  6. Evitar alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas. 

Un dato: Los alimentos fermentados que contienen probióticos específicos aportan beneficios para la salud y pueden ayudar a incrementar la diversidad de la microbiota intestinal.

¿MARIPOSAS EN EL ESTÓMAGO?

Hay una explicación: La mayoría de estas bacterias producen neurotransmisores como la dopamina y la serotonina que permiten a las neuronas (las células nerviosas del cerebro) comunicarse entre ellas. De ahí la conexión sistémica intestino- cerebro.  

EN UN FUTURO la microbiota será un componente clave en la medicina y los tratamientos de precisión para prevenir y tratar mejor las enfermedades crónicas.

*DATOS OBTENIDOS EN LA CUMBRE MUNDIAL SOBRE MICROBIOTA INTESTINAL PARA LA SALUD. “GUT MICROBIOTA FOR HEALTH 2022”. 

TEXTO ESCRITO PARA EL SUPLEMENTO MENÚ DE EL UNIVERSAL.