Bacterias, tus compañeras de vida

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Casi dos kilos de nuestro peso corporal son bacterias, y no necesariamente se trata de bacterias que dañan la salud, ¡por el contrario!, estos microorganismos llamados microbiota (antes flora intestinal) cumplen con importantes funciones vitales y están presentes en distintas áreas de nuestro cuerpo como: uñas, piel, nariz, ojos, genitales, cabello, boca y tubo digestivo.

Entre el 70 y el 80% del total de estos bichos vive en el tracto gastrointestinal y aunque cada uno de nosotros tiene una microbiota única (como una huella digital), ésta cumple con las mismas funciones fisiológicas y tiene un impacto directo en la salud.

TE PROTEGEN

Si consideramos que tres cuartas partes de las células que conforman nuestro sistema inmunológico se encuentran en la microbiota, entenderás el importante papel que tiene para combatir las agresiones y proteger al organismo de virus, bacterias malas y microorganismos que pudieran dañar la salud.  

REGULAN TU SALUD DIGESTIVA

Las bacterias intestinales ayudan al cuerpo a asimilar ciertos alimentos que el estómago y el intestino delgado no son capaces de digerir. Estos microorganismos, junto con las enzimas digestivas ayudan en el proceso de degradación de los alimentos para su absorción. De ahí la explicación por qué al modificar la dieta y cambiar hábitos de vida volvemos a tolerar ciertos alimentos como es el caso de los lácteos.

TE NUTREN

La microbiota ayuda a mejorar la absorción de nutrimentos, principalmente de calcio, magnesio y hierro, nutrimentos relevantes para el tratamiento y prevención de ciertas enfermedades como la osteoporosis y la anemia. También, en el tubo digestivo se sintetizan algunas vitaminas como la K, importante en la coagulación y complejo B, que -entre otras funciones- transforma lo que comemos en energía.

TE PONEN DE BUEN HUMOR

El 95% de la serotonina se produce en el tracto gastrointestinal y la microbiota modula su producción. Este neurotransmisor, mejor conocido como “la hormona de la felicidad” regula nuestro estado de ánimo, el apetito, la memoria, así como los ciclos del sueño.

La pérdida del equilibrio de la microbiota -además de problemas digestivos- puede desencadenar trastornos como: obesidad, enfermedades del hígado, cáncer colorrectal, diabetes tipo 2, asma, alergias y alteraciones en el sistema nervioso central.

¿CÓMO AUMENTAR LA COLONIA DE BACTERIAS?

El estilo de vida y los alimentos que comemos juega un papel esencial en el mantenimiento de la diversidad y el buen funcionamiento de la microbiota. Recientes investigaciones han demostrado que el consumo de probióticos y prebióticos promueven el desarrollo de bacterias beneficiosas.

PROBIÓTICOS Y PREBIÓTICOS

Los probióticos son organismos vivos, se encuentran naturalmente en alimentos y bebidas fermentadas como: el yogur, el kéfir, los búlgaros, el té de kombucha, la sopa miso, la cerveza, el vino tinto, etc. También los puedes encontrar en forma de suplemento dietético.

Los prebióticos, a diferencia de los probióticos, no están vivos. Son básicamente un tipo de fibra no digerible que al llegar al colon favorecen la reproducción de los probióticos. Se encuentran en verduras y frutas en general, cereales integrales, camote y papa.

Este texto lo escribí para Menú de El Universal.